Un milagro de la naturaleza, tan delicada y caprichosa que muchos años ni siquiera llegamos a verla florecer. Si tenéis la suerte de encontrárosla, tened mucho cuidado: se mira pero no se toca. Acercaros y disfrutar de sus preciosas perlas y su fragancia igualmente delicada, sutil, verde y floral.